En 1.789 en el barrio San Antonio vivía la familia del Alférez Real, conformada por don Manuel Caycedo, su esposa e hijos. Un día llegó a su hogar Inés de Lara, una pequeña y hermosa niña que tuvo que soportar la muerte de sus padres. Su madre murió cuando ella tenía siete y su padre falleció ocho años después, víctima de una enfermedad.
Y aunque la familia Caycedo la acogió y fue criada como hija de ellos, a la niña siempre se le vio triste, pálida y moribunda. Siempre estaba asomada en el balcón de la mansión, con la mirada perdida.
Rechazó muchas propuestas de matrimonio cuando llegó a la adolescencia, y se internó en el convento Las Carmelitas de Popayán hasta su muerte.
Mucho tiempo después, en la masión de los Caycedo, se encontró el esqueleto que parece ser el de Inés. La leyenda dice que en esa casa, hoy en ruinas, se escuchan pasos, se oyen golpes sobre las mesas, se abren y cierran puertas, y se ve a una majestuosa dama vestida de blanco pasearse por la casona.
Yo tengo un tío que vio a este espanto.. Qué miedo. Está muy bacano el blog, sigan publicando más porfis!!! C:
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